La filosofía de Paul Ricoeur se incardina en la tradición fenomenológica francesa (junto a autores como Emmanuel Lévinas, Merleau-Ponty o Mikel Dufrenne), y es heredera tanto de la fenomenología de Husserl (del que Ricœur fue traductor), de Scheler y de Pfänder, como del existencialismo de Jaspers y Marcel. También mantuvo una estrecha relación con el movimiento personalista encabezado por E. Mounier. Pero la obra de Ricœur, que no aspira a una sistematicidad, se efectúa en un diálogo permanente con estos y otros autores (especialmente con la obra de Heidegger, pero también de Schopenhauer y de Fichte), y con la fenomenología de la religión, la lingüística, el psicoanálisis, el estructuralismo o la exégesis bíblica, para culminar en la que él llama una filosofía reflexiva constitutiva de una hermenéutica filosófica que, por su amplitud y ambición, es comparable a la de Gadamer. El objetivo de Ricœur es llegar a identificar el ser del yo, que desborda los límites de un yo entendido simplemente como sujeto cognoscente, pues engloba también la libertad y posibilidades que van más allá del conocimiento objetivo y de la experiencia sensible. Descartes, Kant, Fichte o Husserl, por ejemplo, han sido filósofos de la reflexión que han intentado establecer el yo del pensamiento (del cogito) como primera verdad. Un yo que en Kant ha quedado reducido a sujeto trascendental, pero también a libertad y moralidad, y que aparece como espíritu en Hegel, como vida en Bergson, inconsciente en Freud, o ser-en-el-mundo en Heidegger. Pero la auténtica reflexión no es una intuición del yo, y el yo pienso es solamente una verdad vacía y abstracta. Solamente puede hallarse en sus objetivaciones: en sus actos, objetos y obras. Pero estas objetivaciones deben ser interpretadas, lo que exige una hermenéutica que ponga al descubierto que el cogito, lejos de ser una certeza evidente es lo más problemático, y no puede reducirse a ser el mero sujeto del conocimiento, sino que es un existente real que no puede aprehenderse directamente a sí mismo. […] En sus últimos estudios, especialmente en Tiempo y narración, Ricœur examina la estructura de la temporalidad y el papel de la metáfora como elementos pertinentes para la hermenéutica, y culmina la transformación de la fenomenología husserliana […] el estudio de la metáfora provoca una redescripción de la experiencia en el ámbito de los valores, y el estudio de la narración permite una redescripción en el orden del obrar y en el orden de las nociones temporales. El tiempo es tiempo humano porque está articulado de manera narrativa. Por ello no es tampoco posible una comprensión noética o intuitiva del tiempo, razón por la que la identidad del yo se relaciona con la capacidad de poder seguir una narración.
Año | Acontecimientos relevantes |
1936 | El gobierno del Frente Popular, dirigido por Leon Blum, disolvió a los partidos radical-socialista, socialista y comunista. |
1944 | Con la derrota de Alemania en al segunda Guerra, Charles de Gaulle se pone al frente del gobierno de transición francés. |
1958 | Luego de haberse retirado de la política, de Gaulle pone en vigor la Constitución de la V República francesa. |
1970 | La economía francesa alcanza su máximo crecimiento gracias a la política de Charles de Gaulle. |
1981 | Con la llegada del socialista François Mitterrand al poder, Francia logra estabilidad interna y externa. | 1995 | Miterrand pasa el poder a Jacques Chirac como Presidente de Francia. Sus primeras medidas generan huelgas. |