Índice > Historia › Módulo
I > 1.1 El pasado de los pueblos indios
1.1 El pasado de los pueblos indios
1.1.1.1 Los pueblos cazadores-recolectores de las praderas al norte del Río Bravo
Diversos pueblos cazadores especializados en la cacería del bisonte, la recolección y la pesca, vivieron por milenios en un territorio de más de 3 200 km2, que va desde la región de Alberta, en el actual Canadá, hasta el Río Bravo en el México actual, y desde el valle del Mississippi, al este, hasta las primeras estribaciones de las Montañas Rocallosas, al oeste. Se trata de una región que comprende gran diversidad de climas, desde las zonas áridas de gran parte de los actuales estados de Dakota del Sur, Wyoming, Colorado y Texas, hasta las grandes extensiones boscosas de Missouri y Arkansas, en Estados Unidos. Estas comunidades seguían anualmente a las manadas hacia el oeste y el norte en primavera, y de regreso, al sur y al este, antes de la llegada del invierno. Además de organizar su cultura en torno a la cacería del bisonte, también completaban su dieta habitual con antílopes, osos, ciervos y diversas aves, así como con la recolección de vegetales y la pesca en los ríos y lagos. Después de un largo periodo de sequías, durante el siglo XIII, se presentó un amplio proceso de migraciones que movilizaron a diversas tribus hacia las llanuras de Norteamérica, en búsqueda de mejores fuentes de alimento. Por consiguiente los cazadores del norte entraron en conflicto con otros pueblos, al ocupar sus espacios de caza, pero, al mismo tiempo, los cazadores se adaptaron a la forma de vida en las llanuras. Así, pueblos de lengua algonquina,6 como los sioux, se trasladaron hacia el sur, desde la región de grandes bosques del este, en los Grandes Lagos; los atapascos se movilizaron desde el norte; tribus de lengua shoshone y kiowa desde el oeste, y los de lengua caddo desde el sureste. Todos adoptaron el modo de vida de las praderas, lo que provocó conflictos y rencillas por la utilización de los territorios de caza; las diversas tribus se convirtieron en enemigas casi permanentes, como la rivalidad existente entre los dakota y los cuervo. La dispersión del caballo y las armas de fuego, a partir de la expansión europea, alteraron el frágil equilibrio de las sociedades cazadoras y su medio ambiente, al incrementar su población, por lo que aumentó su dependencia de las manadas de bisontes. Esta circunstancia fue aprovechada por los europeos durante sus conquistas hacia el oeste, para casi exterminar al bisonte, con lo que se precipitó dramáticamente el fin de la supremacía indígena en estos territorios. |
|